viernes, 15 de febrero de 2008

De mama mama

- Mamá, Mamá, ya no quiero ir a Europa.
- Callate y seguí nadando...

- Mamá, Mamá, en la escuela me dicen distraído.
- Pero, Pedro, tu vives en la casa de enfrente.

- Mamá, ¿le has pedido a papá que me compre la bicicleta?
- Sí, muchas veces; pero es inútil, no quiere.
- ¿Has probado con los ataques de nervios como cuando el abrigo de pieles?

- ¡Mamá, mamá...! Hay un pobre señor gritando en la calle, ¿me das dinero para ese pobre hombre?
- Bueno, acá tenés el dinero. Pero ¿qué grita el pobre hombre?
- Helados! helados!

- Mamá, mamá, el termómetro ha bajado.
- ¿Cuánto, hijo?
- Dos metros, es que se ha caído al suelo y se ha hecho pedazos.

- ¡Mamá, mamá! Una nena de 8 años ¿puede quedar embarazada?
- No mi amor... ¿por qué?
- ¡Uuufff!... menos mal.

- Mamá, mamá...¿es verdad que descendemos de los monos?
- No sé, hijo... pero deja ya de comer tantas bananas!!.

- Mamá, mamá, ya cambie al bebé.
- Muy bien hijito, ya aprendistes a cambiar pañales.
- No, lo cambié por un perrito...

- Mamá, Mamá, en la escuela me dicen mafioso.
- Mañana mismo voy a arreglar esto.
- Está bien Mamá, pero que parezca un accidente.

- Mamá, mamá ¿como es que tu eres blanca, mi papa es negro y yo soy de piel amarilla?
- Ay, hijito, si supieras que fiesta hubo aquel dia, deberías alegrarte de no ladrar!